miércoles, noviembre 24, 2004

De vuelta.

Hoy iba al fin de vuelta a mi casa. Estuve esperando la micro (autobús) una media hora al molesto sol de las 7 de la tarde (ese que te da de frente a la altura de los ojos), y mi mochila y el enorme libro en mis brazos no ayudaban a hacer más grata mi espera. Finalmente paró una micro que por milagro aún tenía asientos desocupados, y me dispuse a estar en ella una hora y media, que es lo que me demoro hasta mi casa a la hora del taco. Cuando ya llevaba una hora de tedioso viaje, y en la micro no cabía ni un alma más, de improviso mi compañero de asiento me habló:
–¿Tú estudias en la UC, cierto?
–... sí – Sherezada con cara de ¡glup!, ¿lo conozco? – ¿tú también?
–No– me contestó con una sonrisa– pero estudio Derecho y me quiero cambiar a la UC. Ahora estoy haciendo los trámites, a ver qué pasa.
–...ahh... –y ahora Sherezada con cara de ¿y yo qué pinto en este cuento?
Al parecer adivinó mi desconcierto (nunca he sido buena para disimular, lo sé), y procedió a explicarme:
–Es que te he visto algunas veces, en el pasillo, sentada en el patio...
–Gua! Excelente fisonomista, te envidio. Yo jamás me acuerdo de las caras.
–A mí me pasa lo contrario–respondió, volviendo a sonreir–, nunca me acuerdo de los nombres. ¿Cómo te llamas?

Y nos fuimos conversando el resto del viaje. Que yo vivo en tal parte; ¡No, pero si casi somos vecinos!¿En serio?, sí, por tal o cual calle; oh, pero si un compañero vive por ahí; ah, de seguro se conocen con mi hermano...

–Y ¿cuántos años tienes? –mmm, no muy sutil el joven.
–Veintiséis–contesté con una sonrisa...
–Nooo! Pero si te ves mucho más joven!! –lo que tomé como un elogio, ya que todo el mundo me dice lo mismo (aún!) –. Pero entonces te estás jubilando en la universidad! jeje –mmm, de nuevo esa caída de sutileza.
–Sí, lo que pasa es que me cambié de carrera, y por eso me atrasé...
...Y seguimos conversando. Por lo que noté no debe tener más de veintiún años, aún con ese aire de niño de colegio que quiere llegar pronto a casa para salir a jugar con sus amigos, lo que personalmente hecho mucho de menos ;)
Y bueno, bastante predecible también el muchacho, ya que me pidió el teléfono... pero sólo le ofrecí mi mail.
–Es que en la casa no me encuentras nunca.
–Ok, y tienes celular?
–...Ok.

En fin, mi viaje a casa fue más entretenido que de costumbre, y de seguro tendré un nuevo ciberamigo (porque el celular no lo escucho casi nunca). Tengo que decir que sí, cuando me subí a la micro y me senté junto a él lo encontré guapo, pero no seré una profanadora de cunas! (no otra vez!)


1 Comments:

Blogger Trenzas said...

Ese (no otra vez) significa lo que creo que significa...?
No me contestes....! :))

1:04 p. m.  

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