sábado, febrero 26, 2005

Cose que te cose

Es increíble cómo en una casa, donde existe más de una máquina de coser por persona, me haya tenido que armar una polera (o “playera”, según el país) toda cosida a mano. Todo comenzó porque hace un tiempo mi papá intentó “arreglar” una de sus camisas favoritas que le quedaba grande y, como supondrán, la máquina se le fue y la dejó buena para nada. Como el género era tan lindo, ayer la agarré (antes de que mi papá la tirara a la basura) y me puse a cortarla tomando como modelo una polera que tengo y que me encanta. El pequeño detalle (a parte de haber estado dos días con hilo y aguja en mano, y de una tortícolis para la historia), es que aquella polera que usé de modelo era de tela elasticada, por lo que la polera que corté me quedó demasiado justa, y eso que le dí para costuras... Y a la hora de coser, las máquinas me fueron fallando como si se hubieran puesto de acuerdo. En fin, disminuyendo las costuras al mínimo, por lo menos mi nueva polera ya se me ve bien y las costuras quedaron casi como de máquina. Eso sí, sólo me complica un poco aquello de comer y respirar al mismo tiempo...

PD: Sólo espero que las costuras no me fallen todas al mismo tiempo, y menos si estoy en público... por si las dudas (y por suerte!) siempre llevo ropa interior...

3 Comments:

Blogger Trenzas said...

En tu casa hay un duende contrario a las poleras. Seguro que este espíritu travieso prefiere arriesgar los dedos estropeando máquinas de coser antes que verte vestida. Yo me preocuparía, en serio. Esta vez lo has logrado pero... ¿y la próxima...?
(Este post se autodestruirá en 5 segundos, por si acaso)

6:09 a. m.  
Blogger Don_Tiresias said...

Si no te es posible tragar y respirar al mismo tiempo, elegí respirar. Es la única manera de vivir, y por ende de aseugurarse la posibilidad de comer más chocolate aunque sea en un futuro.

7:38 p. m.  
Blogger Trenzas said...

Se te rompiói la polera en público y te metieron en la cárcel... No. Te estás cosiendo el traje de novia y te lleva mucho tiempo.. No. Se te volvió a olvidar enchufar el ordenador... No. Los pelos se te pararon de golpe y quedaste enganchada al techo.
Tampoco? Entonces donde estás, amiguita...?
Un besote

7:29 a. m.  

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