sábado, marzo 05, 2005

Mira tú

La frase “todos los días se aprende algo nuevo” la encuentro más cierta mientras más vieja me pongo :) A ver, respiren profundo y desconecten el messenger, que este post se viene largo.

Ayer aprendí un par de cosas, por lo demás bastante interesantes: Primero fui al Ministerio de Bienes Nacionales a dejar mi curriculum para realizar la práctica. Al llegar al mesón central, el recepcionista hizo una llamada y finalmente me dijo:
-Tiene que dirigirse al departamento de Recursos Humanos.
-Muy bien, gracias
-Señorita, momento!
-¿?
-Tiene que llevar esto – y me entregó una credencial amarilla con letras gigantescas, donde se leía “VISITA”.
Ok, me dije, y me dirigí al ascensor. Mientras me arreglaba un poco frente al espejo antes de llegar al séptimo piso, me fijé en unas letras escritas en mi credencial, y de las que no me había dado cuenta. Antes de intentar leer de revés, sonó el timbre del ascensor avisando que llegábamos. Para hacer el cuento corto, luego de esperar por 45 minutos a la señora encargada de Recursos Humanos, y de leer unas quinientas veces los títulos de los archivadores de la oficina, entregué mi curriculum y salí. Volví al ascensor y me saqué la credencial para leerla bien:
“VISITA. 7mo piso” era lo que decía. No sé si soy yo o de verdad las visitas ya no son recibidas como antes. Leí eso y me imaginé al recepcionista apuntándome con el dedo –“¡¡Sólo SÉPTIMO PISO, señorita!! Usted ha infringido el artículo 2.025 de la Ley de Visitas a Lugares Públicos, al haber parado su ascensor DOS VECES, en los pisos 3 y 6 del Ministerio. Mmmm le va a salir costosa esta multa...”

Glup!

Otra cosa que aprendí es que los hijos son causa de una serie de licencias y beneficios para sus madres. Y el matrimonio también:
La señora a la que tuve que esperar 45 minutos, había dejado en su puesto a una de sus hijas, de no más de 15 años.
-Mi mamá está arriba, en el octavo. No tengo idea de a qué hora va a bajar, pero espérala si quieres.
Y luego de los 45 minutos llegó efectivamente dicha madre... acompañada de otra de sus hijas, de unos 17 años... Me pregunto si en ese misterioso octavo piso estará la cafetería o un centro comercial... si voy a averiguarlo, me tendré que conseguir una tarjeta de “visita del 8vo”.
Luego fui a la universidad y en una de las cafeterías me compré una bebida (gaseosa), con la que, luego de luchar por eternos 5 minutos por abrirla (desesperada, pues hacía un calor de locos), me devolví decidida a pedir que me la cambiaran por otra (si ya estaba abierta, mejor). La señora, nada más verme de vuelta con la botella, la agarró (sí, porque no la tomó, la AGARRÓ como los de lucha libre agarran a su oponente) y me dijo:
- Ahhhhh, lo que pasa es que pa’ esto hay que tener fuerza de mujer casada, y usted es soltera todavía, por eso no la pudo abrir!
Y con el sólo contacto de su mano con la tapa, la botella quedó abierta.
Pobre de su marido... espero que no peleen muy seguido.
Y bueno, fui a la universidad porque Bruno (mi guía de laboratorio, al que dejé calvo luego de un año) presentaba su tesis pública para obtener su título de DOCTOR en Genética molecular y Microbiología (de leerlo se me paran los pelos... sí, sé que te estás riendo, Trenzas). Finalmente, luego de más de una hora de exposición y preguntas, recibió su título con la nota máxima; pero lo que aprendí de su presentación fue lo que respondió casi al final:

Doctor X: -Dime, Bruno, ¿por qué las bacterias se ven asociadas principalmente a ese mixomicete y no están nadando en el medio?
Bruno: -Ah, bueno, lo que ocurre es que este mixomicete tendría la capacidad de atraer a las bacterias, y no solamente a Salmonella typhi; podríamos decir que es un MOTEL PARA BACTERIAS,
El resto del mundo: -JAJAJAJAJA.......PLOP!

O sea que, finalmente, aquel mixomicete llamado P4 y al que le llegué a agarrar cariño era un MOTEL bacteriano... un Sodoma y Gomorra cualquiera. En fin, eso quedó como ”frase para la posteridad”.

Finalmente, todo lo aprendido en un solo día se puede resumir como sigue:
1.Es mejor ser una visita invitada por los dueños de casa, que ser una que llega de sorpresa. Por mucho que sonrían, NO CONFÍAN 100% EN TI.
2.El matrimonio no es tan malo como lo pintan. Se pueden desarrollar ciertas facultades que algún día te pueden salvar la vida (evitar la deshidratación, por ejemplo).
3.Y si además tienes hijos, éstos te pueden prestar unos cuantos servicios (como dice el dicho: “vive de tus padres hasta que tus hijos te mantengan” :D )
4.Los moteles pueden ser muy beneficiosos (además de para quienes los visitan, claro). Este “motel de bacterias” nos ha mantenido vigentes a unos cuantos en el laboratorio, publicando como locos los entretelones que pasan ahí dentro (Uy! si les contara, chiquillos...). Ahora veo por qué las bacterias presentaban tanta fluorescencia bajo el microscopio... parece que estaba buena la fiesta.

PD: Mi polera ha pasado la prueba y no se ha descosido por mucho que comí y respiré durante TODO el domingo pasado. Quedó bastante linda, y no es porque yo la haya hecho. Sin embargo, estuve en un dilema horrible:
1.Si elegía respirar, sólo estaría viva para MIRAR cómo otros se comen todo el chocolate;
2.Si elegía comer, debería de hacerlo muy rápido antes de que mi cerebro quedara sin oxígeno.
Pues bien, dicen que la necesidad es la madre de la inventiva, y estoy completamente de acuerdo, pues desarrollé la capacidad de comer dentro de mi polera y además no morir en el intento. Si a alguien le interesa, le mandaré un correo privado con diagramas incluidos.


Ya, ahora descansen, que terminé por hoy.

2 Comments:

Blogger Don_Tiresias said...

respecto al tema de la polera.... Hay un muy buen cuento de Cortázar que habla de las dificultades de respirar que generan poleras, puloveres, y demás. Se llama "No se culpe a nadie".
Respecto a los problemas en lugares públicos te cuento que aquí(Argentina) es peor. Yo escribí algo sobre eso, está en mi blog,, pero no sé donde. Si queres te lo paso. Mi correo electrónico es don_tiresias@hotmail.com.Si queres pàsame el tuyo y te lo envío( y si queres también te envío el cuento de Cortázar). Saludos...

3:33 p. m.  
Blogger Trenzas said...

Sí, me he reído un poco con lo de los pelos y eso, pero me quedé un tanto preocupada por varias cosas, en especial por el tema de los moteles instalados en los laboratorios de la U, donde se entiende que va gente joven y quizá les están introduciendo en un mundo poco apropiado. Alguien llamado Mixomicete P4 no inspira mucha confianza, la verdad. Estoy de acuerdo en que el matrimonio capacita para muchas cosas y que un marido resulta un maestro estupendo. Obliga a aprender TODO lo que él no quiere hacer y así las esposas aprenden.
Bueno, como siempre, lo pasé genial leyendote. Como siempre...!
Un besote

5:07 a. m.  

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