Sorpresas!
Cambios, claro que los quería, pero pensé que no sería un proceso tan largo.
Tranquilos que no me he ido en la profunda, sólo hablaré de los cambios que ocurrieron el pasado fin de semana en mis dominios, que por lo demás fueron una total sorpresa para mí.
Todo comenzó el viernes, cuando acompañé a mi mamá a comprar la cerámica que pondrán en los baños.
Mamá: -A ver, pero mira que papel mural más lindo! Quedaría precioso en tu dormitorio!
Y el papel, el pegamento, la brocha y otra cosa que jamás supe qué era se vinieron con nosotras.
Mamá: -Pero en las otras murallas tendrás que poner un color que combine…
Y un tarro de pintura se agregó a la lista.
Mamá: -Ahhh, sueño con cambiar el alfombrado de la casa…
Compramos papel y pintura.
Esa misma tarde desarmamos la antigua cama y comencé a despegar el papel mural de mi dormitorio casi como poseída. No saben lo agradable que es sacar el papel viejo de las paredes! Lo mejor es que no debes cuidar que no se rompa. Mientras, mi papá pintaba las dos paredes que no llevan papel, y hasta ahí el trabajo de ese día.
El domingo dimos la segunda mano de pintura y comenzamos a empapelar. Desafiando todos los pronósticos, el papel casi no quedó con arrugas, y se ve bastante derecho. Pero al caer la noche fue lo mejor: nos pilló esto de la modernidá con estas camas que ya no se desarman, y por más que empujamos y pataleamos entre los tres, no nos dio el ángulo de la puerta para que la cama pudiera entrar. Habría pasado si hubiésemos tirado un muro, pero decidimos que lo mejor sería entrar la cama por la ventana. Según las medidas, el alto de la ventana tenía 1 cm más que el ancho de la cama, pero como se largó a llover parece que la ventana se achicó y quedamos con la cama en el patio.
Ya, a sacar la ventana se ha dicho, porque es de esas que sólo puedes sacar un vidrio, y el otro habría que quebrarlo y no era la idea.
Más de una hora para sacar la ventana, y mientras tanto en mi dormitorio el viento estaba a punto de formar un tornado. El colchón también lo entramos por la ventana, para ahorrarnos sorpresas. Fin del trabajo por ese día. La ventana quedó sobrepuesta y un poco abierta, pero a nadie le interesó.
PD: recién el martes pude volver a mi dormitorio y probar mi nueva cama, que es un sueño (es blanda, y no suena amenazadora!!!!!), así que con su permiso, yo me voy a dormir que estoy agotada.
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