martes, agosto 02, 2005

Como la formalina no hay!

Luego de viajar toda la noche hasta Chiloé, llegamos como siempre a la Senda (“Senda Darwin”, centro de estudios al que pertenecemos :DD, hagan click en el enlace de la derecha para saber más) para recoger materiales, víveres no perecibles que nos quedaron de la última vez y tomar un cafecito antes de seguir hacia Castro y finalmente Chonchi (ver post anterior). Pero la primera GRAN sorpresa que me llevé (y no muy agradable, la verdad) es cuando la Ceci (la Dra o jefecita :D) me dice “Porfa revisa qué comida quedó para que la llevemos”. Yo fui feliz de la vida a ver la caja de los víveres; boté un para de paquetes de pastas porque estaban abiertas y los ratones debían haberlos usado para jugar a saltar la cuerda como mínimo, y luego vi una botella de aceite destapada y me dije: “agh, este aceite se va derechito a la basura porque debe estar rancio”. Y cuando voy sacando la botella de la caja caí en la cuenta del por qué estaba destapada: un ratón de lo más hambriento se había comido la tapa plástica y después se había tirado derechito dentro de la botella para ver qué contenía; el problema es que aún quedaba mucho aceite y el contorsionista no pudo salir, ahogándose, vomitando todo lo previamente comido y a esas alturas (dos meses que no íbamos), comenzando a descomponerse.

Desde que trabajé todo un semestre en un laboratorio con muestras fijadas en formalina quedé con un rechazo al olor, pero viendo cómo se conservan los animales en aceite (o mejor dicho, como NO se conservan), prefiero la formalina!!

PD: ah, se me olvidaba; si están comiendo no lean este post.

:b