miércoles, septiembre 14, 2005

Esencia de uno...

Desde los 11 o 12 años de edad recuerdo haberme percatado de sombras extrañas por los rincones de la casa. Esas que de frente no las notas pero de reojo podrían ser una persona. Y recuerdo también que nunca me atemorizaron, es más, me daban curiosidad y hasta me agrada saber que vez en cuando están ahí. Y a parte de los 0.25 en cada ojo y remedios para el colon irritable, ni el oculista ni el psicólogo han tenido algo que decir sobre mí :D

Sin embargo, estos eventos poco usuales no han estado exentos consecuencias que rayaron en la tragedia, como cuando hace 8 años nos cambiamos de casa: era invierno y llegué a la casa cuando ya oscurecía; no había nadie y en lo único que pensaba era en irme derecho a la cocina a comer lo que fuera, que ni siquiera había almorzado. Cuando entré, creí distinguir en la penumbra unas sombras en el living, por lo que a propósito me demoré un poco más en cerrar la puerta y luego encender la luz (para que no desaparecieran tan rápido). Una vez dentro, sin pensarlo me fui derecho al baño. Cuando sentí ciertos ruidos en la cocina me acordé del hambre que tenía, pero al salir del baño no fui a la cocina sino a mi dormitorio... Y bueno, a lo que iba, que al final en la casa andaban ladrones cuando llegué, y que se arrancaron por la cocina cuando entré al baño.

Y cuento todo esto porque he estado pensando acerca de la esencia de cada persona, eso que hace sentir a alguien sin que esté presente físicamente. ¿Debemos estar muertos para ser fantasmas?
Hace una semana que mi tía salió del hospital y está en nuestra casa. Como siempre que se queda aquí, le cedí mi dormitorio para que esté más cómoda y el sillón cama del escritorio me ha vuelto a recibir como su durmiente regalona. Y me he convencido de que el escritorio me es más acogedor que mi dormitorio, el que hace un par de meses fue remodelado. Aún no siento mi dormitorio como mío, creo que no he logrado llenarlo de mi esencia (guácala, eso suena como dicho por un zorrillo!! :D ). Y es que si lo miro bien, es tan factible que sea el dormitorio de Sherezada como el de Juanita, Pedrita o Menganita. Y con lo que me carga que ocupen mi dormitorio sin permiso! A ver qué hago, porque algún día tendré que volver a mi dormitorio y no quiero sentirme como en un hotel ( y de los de 2 estrellas, porque ni siquiera tengo servicio al cuarto!).

PD: siempre hemos pensado que las sombras que vi hace 8 años eran en realidad la silueta de los ladrones, y que al darme vuelta para cerrar la puerta habían corrido a esconderse a la cocina. Pero al escribir este post me ha venido la idea de que tal vez los ladrones ya estaban en la cocina… en fin, ya es tardísimo y yo aquí todavía rayando la papa...