Esencia de uno...
Sin embargo, estos eventos poco usuales no han estado exentos consecuencias que rayaron en la tragedia, como cuando hace 8 años nos cambiamos de casa: era invierno y llegué a la casa cuando ya oscurecía; no había nadie y en lo único que pensaba era en irme derecho a la cocina a comer lo que fuera, que ni siquiera había almorzado. Cuando entré, creí distinguir en la penumbra unas sombras en el living, por lo que a propósito me demoré un poco más en cerrar la puerta y luego encender la luz (para que no desaparecieran tan rápido). Una vez dentro, sin pensarlo me fui derecho al baño. Cuando sentí ciertos ruidos en la cocina me acordé del hambre que tenía, pero al salir del baño no fui a la cocina sino a mi dormitorio... Y bueno, a lo que iba, que al final en la casa andaban ladrones cuando llegué, y que se arrancaron por la cocina cuando entré al baño.
Y cuento todo esto porque he estado pensando acerca de la esencia de cada persona, eso que hace sentir a alguien sin que esté presente físicamente. ¿Debemos estar muertos para ser fantasmas?
PD: siempre hemos pensado que las sombras que vi hace 8 años eran en realidad la silueta de los ladrones, y que al darme vuelta para cerrar la puerta habían corrido a esconderse a la cocina. Pero al escribir este post me ha venido la idea de que tal vez los ladrones ya estaban en la cocina… en fin, ya es tardísimo y yo aquí todavía rayando la papa...
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