martes, septiembre 27, 2005

Otro Tesoro

Luego de publicar mi tesoro personal, hay quienes no se han querido quedar atrás y ahora andan diciendo que se encontraron su propio tesoro suyo y personal. Copiones.

Resulta que, hace muchos años, el archipiélago de Juan Fernández (frente a las costas de Valparaíso) era punto de llegada obligado de piratas y corsarios. Además, una de sus islas habría sido el hogar de Robinson Crusoe junto a Viernes por años y años y años, hasta que se le ocurrió contar su historia y perdió los derechos de autor, o sea, que siguió pobre.

Pues la leyenda dice que en esas islas están enterrados tesoros de antiguos piratas, obviamente junto a los cadáveres de quienes habían ayudado a enterrarlos, y muchos investigadores y codiciosos caza recompensas se han gastado fortunas buscando la fortuna de otros. Actualmente hay un gringo que se ha gastado unos siete millones de dólares en buscar. Y sigue buscando. Pero resulta que ahora unos santiaguinos llegaron con el Georobot chileno (Arturito, en honor a R2D2 de la Guerra de las Galaxias… originales, ellos) que es muy ingenioso, y que ha dicho con su metálica voz que ha encontrado un tesoro de ochocientos millones de dólares en oro, además de una cantidad importante de joyas. El oro y joyas habrían sido resultado de una jugarreta hecha a ciertas autoridades españolas, a quienes hicieron creer que el barco que llevaba el cargamento había zozobrado; luego los piratas se pusieron a hacer un hoyo y lo enterraron, y c’est finite.
Y ahora todo el archipiélago está revolucionado, visitas de investigadores y copuchentos que no tienen nada mejor que hacer, y todos discutiendo sobre quién merece quedarse con la plata (y el oro, y las piedras preciosas…).

A comienzos de septiembre partieron algunas compañeras de la univ al archipiélago por tres meses, a hacer su práctica con una gringa que estudia polinización. Yo me habría ofrecido para ir de no ser por la ceremonia de titulación. Espero que se acuerden de mí y me traigan un recuerdo del tesoro cuando lo desentierren, que el pirata Francis Drake sólo me dejó al Lalo. Y creo estar en lo cierto si digo que un doblón de oro pagaría bien la paciencia que he tenido con este loro parlanchín durante tanto tiempo.

PD: en este blog no se aceptan reclamos de ciudada@ns español@s pidiendo parte del tesoro. Aunque tengan hermanos bucaneros. :D