AY DIOS!!!
Resulta que al señor don Lalo, honorable loro de mi mamá, le dio por hacer su gira anual por la comarca y nos ha tenido hasta hace unos 20 minutos, con los pelos de punta y el corazón en la boca. A las 6 de la tarde todavía miraba al mundo tranquilamente desde su jaula, pero a las 8 cuando le iba a dar lechuga, ya había salido cual Houdini por un agujero en el techo... Antes de acostarme no pude resistirme y salir nuevamente a escuchar afuera, y me pareció oírlo, así que silbamos y silbamos hasta que comenzó a contestar. Despertamos a un vecino para ver si estaba en el patio de su casa, pero resultó que el sonido venía desde el pasaje de más atrás y para allá corrimos, vecino incluído. Por suerte el Lalo aún tenía despiertos a sus recientes protectores (que lo pillaron acorralado por un gato, según nos decían), y finalmente lo trajimos a casa sólo con un par de plumas menos. Como la vez anterior, lo habían tratado muy bien e incluso sospechavan que podía ser el mismo loro que estuvo una semana en otra casa, cercana a donde llegó ahora.
En fin, podré dormir en paz y confío en que la taquicardia se me pase pronto... Por si las moscas, mi tesoro está escondido en...e..n....e.....aaaaaahhhh.....
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