Voy y vuelvo
PD: ayer compré mi primera crema anti-arrugas. Comienzo a penzar que ya terminó mi adolescencia... :DDDDDDD
Anoche, en un rato de ocio (entre 2 y 3 de la madrugada… ya contaré por qué no tomé el libro que estoy leyendo para conciliar el sueño), me puse a revisar en el Google qué aparecía sobre mí. Si bien es cierto soy bastante famosa (*JUASJUASJUAS*), no me esperaba tantos links con mi nombre. En realidad no se refieren a mí más que en un par de ellos (listas de cursos y esas cosas), y todo el resto se lo reparten una gimnasta y una de las integrantes de La Granja VIP, que se llaman igual que yo. Pero también busqué por Sherezada, y si bien hace un tiempo me aburría de tanto motel y suite con ese nombre, ahora me sorprendí al ver mis propios comments y algún post de mi propio puño y letra. Yo pensaba que no era tan fácil que un blog apareciera en el buscador, pero ya veo cómo me equivocaba. Pero no soy la única, hay al menos otras dos Sherezadas en el mundo bloggero, y aunque de primeras me dio una especie de pica grande (entiéndase rabia, enojo) la verdad es que no tengo por qué alegar, pues yo encabezo la lista de plagiadores del nombre, me imagino. Es más, las felicito por conseguirse tan hermoso seudónimo, se ve que son muy inteligentes :DDDDD
En fin, que si algún conocido le da por buscarme, encontrará fácilmente mi blog y de seguro se verá en algún post, lo que a mi espíritu perseguido y paranoico no le simpatiza en absoluto…creo que en el futuro evitaré comentarios muy comprometedores, así como nombres personales y ciudades…(sí, claro, seguiré al pie de la letra lo que reza en el encabezado del blog… a ver cuánto me dura!)
Y ahora con su permiso, me voy al registro civil a cambiar de nombre y a la peluquería a que me peinen, que de trenzas ya tengo bastante en “Una carta para ti” y “Trenzas y rastas”.
Sherezada, no la primera ni la centésima, pero sí la ÚNICA
;DDDD
Eeeehhhhhhhhhhh!!
Al fin vuelvo al cibermundo como antaño!!! El PC no había sufrido un daño tan severo como me había imaginado, y el portátil, aunque no me permite conectarlo a internet por problemas con el windows, al menos lo tengo en mi poder. A los de SONY no los quiero volver a ver en mi vida, así que acepto con gusto cualquier afán guerrillero ofrecido por Trenzas la Intrépida. Todo esto me ha servido para corroborar mi hipótesis de que tener un pololo que entienda de computadores (de preferencia que sea técnico en computación) me saldría bastante más económico. Si no me puede arreglar un computador, al menos tendrá dinero para comprarme otro (porque con lo que cobran, no podrá decir que no tiene con qué).
1.NO, Cristian no se parece a Leonardo Di Caprio (si no, creen que estaría alegando? :D)
2. Toda la razón, Trenzas. La idea era ir contando de a poquito todo lo que viví (es que me quedan tantos detalles en el tintero!!), pero como no sabía hasta cuándo andaría desaparecida de los PCs, mejor lo largué todo altiro.
3. Ya no me pica la cabeza, aunque estuve unas 3 semanas mirándome frente al espejo cada cinco minutos, por si veía algo extraño.
4. Don Vitaliano, aunque muerto, se nos portó bastante bien. Nos estamos repartiendo el material para escribir su historia, aunque creo que tendremos problemas con lo de conseguir su firma para la publicación. Al parecer, sólo podremos hacer su Biografía no autorizada.
Ah, aquí les dejo algunas fotos como adelanto de mi viaje a Chiloé. Fueron tomadas por Cristian, que llevó su cámara digital (apenas revele las mías, se las muestro). El martes nos vamos de nuevo al sur (sí, estoy que me muero de tristeza... :D), por lo que –para variar- estaré desaparecida por estos lares... creo que debo aprovechar estos días que me quedan en Santiago...
Ahora quiero contar algo que vi y que me sorprendió gratamente la semana pasada: iba yo en la micro de vuelta a mi casa, y por la esquina de enfrente iba doblando un camión de carga. En eso, el chofer se da cuenta de que un perrito callejero quería cruzar la calle pero que al ver al camión, se quedó quietecito y con la cabecha gacha, esperando a que el camión pasara. Entonces el chofer dejó de hablar con su acompañante, sacó la mano izquierda por la ventana y como si se dirigiera a una persona, le hizo señas al perro para que cruzara por delante de su camión. El perro lo miró, y cruzó rapidito hasta la vereda, mientras que el chofer reanudaba su conversación como si nada con su acompañante y doblaba la esquina. Encontré tan linda la escena, que me dije “esto lo tengo que compartir”. Ahí se los dejo.